Tengo la ventana abierta. Todo entra, todo sale. Pero cada cosa que acaricia mis adentros, me deja suspirando estrellas y cuchillos. A ellas las prefiero pasteles, finas, sin filo, livianas y cariñonas, a aquellos los espero oxidados, puntiagudos, lastimosos, enfermos, mortales.
Me gusta sentirme lleno de todo, lleno de vida, lleno de muerte. La realidad es así, no se convierte. Mis fantasías son iguales, son inmutables. Sueño porque así puedo llorar, porque así me puedo esconder, porque así puedo ser, y siendo puedo vivir. Aplastame en tu mano, con el pié, machacame con el puño, muestrame muerte, lágrimas, odio, destrúyeme.
Me gusta sentirme lleno de todo, lleno de vida, lleno de muerte. La realidad es así, no se convierte. Mis fantasías son iguales, son inmutables. Sueño porque así puedo llorar, porque así me puedo esconder, porque así puedo ser, y siendo puedo vivir. Aplastame en tu mano, con el pié, machacame con el puño, muestrame muerte, lágrimas, odio, destrúyeme.
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