Bosque

Esa sensación de querer entrar, pertenecer... Así nos vimos, no recuerdo quien eras, no recuerdo tu cara ni la senación que tenía cuando estaba contigo. Recuerdo que sonreías, que te reías de todo y me contagiabas, pero no te recuerdo a ti. Se nos hizo tarde cuando nos dimos cuenta que no podíamos entrar, y decidimos acampar en el bosque que no quedaba muy lejos de ahí.

En estas visiones el bosque podía estar a 5 metros del mar, y el mar a 1 metro del desierto.

Mientras caminabamos por aquel camino recto, los árboles aparecían en tonos obscuros, café, negro, gris, naranja, amarillo quemado, etc, que daban la impresión de tristeza y temor, el aire que se respiraba era frío y el temperamento de la naturaleza impedía ver a través de los árboles quienes tranquilos y celosos, cuidaban de su belleza y la defendían de nosotros los seres humanos.

Era extraño sentir que el cielo se transformaba mientras mas nos adentrabamos, todo era como un holograma gigante...

Decidimos regresar y logramos encontrar el boleto que tanto buscabas, yo no entré contigo, ni si quiera se porque estaba ahí, ni porque reías tanto... lo único que recuerdo es ese camino recto... limpio... las olas del mar grandes y fuertes, las hojas amarillas, el paisaje negro, azul, la naturaleza hablando, quejandose de nosotros, quejandose de ti y de mi.